domingo, 3 de abril de 2011

LITERACY PRACTICES. Por: David Barton y Mary Hamilton.

Entrada bibliográfica: Barton, D. & Hamilton, M. (2000). Literacy practices. En Barton, D., Hamilton, M. & Ivanic, R. (Eds.) , Situated literacies. Reading and writing in context (pp. 7-15). London: Routledge.

Foco de lectura:

¿Qué hay detrás de nuestras formas de relacionarnos con la lectura y la escritura? ¿Qué es lo que hace que haya formas de escribir más valoradas que otras? Barton y Hamilton proponen que la clave a la respuesta de preguntas como estas se encuentra en la definición de literacy como una práctica social. Nuestras formas de relacionarnos con el mundo de lo escrito están situadas en un mundo más amplio de relaciones, relaciones con grupos dentro de los cuales operan ciertas normas que regulan el uso de literacies específicas, y también, relaciones de poder que se extienden a toda la sociedad, otorgando mayor relevancia y prestigio a unas formas que a otras.

“Literacy practices are the general cultural ways of utilising written language which people draw upon their lives.” (p. 7).

“…literacy is best understood as a set of social practices; these are observable in events which era mediated by written texts” (p. 9).

Las prácticas sociales toman forma a través de un conjunto de eventos que obedecen a reglas sociales que normal la relación con textos escritos, quién accede a ellos y quien los produce.

Literacy events (eventos o hechos de literacy) son todas aquellas actividades donde literacy, es decir, la relación con textos escritos, cumple una función. Señalar este punto deja en evidencia que hay formas de literacy que implican una mezcla de lengua escrita y lengua oral.

Los textos escritos pueden ser utilizados de variadas formas, de acuerdo al tipo de práctica social dentro de la cual estos tienen un uso. Una receta de cocina no recibe una lectura ni un uso semejante al que tiene un artículo científico.

Todo lo anterior permite plantear que literacy debe entenderse siempre como una práctica socialmente situada.

De acuerdo a esto, no hay solo una forma de literacy, sino muchas. En distintas comunidades operan distintas formas de relacionarse con textos escritos y orales, por ejemplo, en distintos ámbitos laborales. Habrá una literacy médica y una literacy de la fuerza de bomberos, y cada uno se podrá caracterizar por un tipo de discurso que le es particular. Barton y Hamilton hablan de discourse communities, es decir, comunidades discursivas, que operan en un dominio.

“Domains are structured, patterned contexts within which literacy is used and learned.” (p. 11).

Señalar la existencia de distintas literacies en distintos dominios sociales, permite comprender que hay algunas formas de literacy que son más dominantes, visibles e influyentes que otras (p. 12). Instituciones como las escuelas promueven, con frecuencia, las literacies dominantes, consolidando así, estructuras de discursivas que están a la base de las relaciones de poder establecidas en esa sociedad.

Las literacy practices, como todas las construcciones culturales, cambian a lo largo de la historia. Son prácticas históricamente situadas, y deben ser estudiadas como dinámicas y cambiantes, para comprender cómo las distintas corrientes ideológicas, culturales, y las tradiciones han dado forma a estas prácticas, y al modo en que nos relacionamos con ellas en el mundo contemporáneo.

Valoración:

Cuando un tipo de literacy, opera en una sociedad como la literacy dominante, vale la pena preguntar ¿en virtud de qué es esta la literacy dominante dentro de una sociedad? También puede que la respuesta a esta pregunta arroje luz sobre cuáles son las prácticas sociales “marginales”, en este contexto. Tales respuestas pueden orientar modelos de educación que se orienten a formar individuos capaces de desenvolverse en distintos dominios de literacy. Muchas veces las competencias para desenvolverse en los dominios del “mundo real” no se desarrollan en la escuela sino, totalmente extra-curricularmente. Por otra parte, la escuela ofrece herramientas para desenvolverse en las estrechas esferas consideradas dominantes; esto no solo consolida las relaciones sociales existentes, sino que desplaza a los educandos cuyas habilidades se acomodan mejor a otras formas de literacies.